VIVIENDAS DE PAPEL

Esperan el viernes como el que espera una sentencia que no quisieran recibir nunca. Tienen miedo de perder lo  que llevan toda una vida luchando para conseguir. Son un ejemplo de muchos. Son víctimas de un desahucio. Su tiempo se acaba.
El viernes 28 de octubre es la fecha límite.
Se ha hecho una convocatoria de movilización para ese día de 8.00 h a 11.00 h en en el número 58 de la calle 1 de Mayo (Ciudad Cooperativa). Se pretende no dejar entrar en la finca a la comitiva judicial que debería ejecutar el desahucio.
Ese caso induce al recuerdo de las  acciones que llevaron acabo los indignados y con las que consiguieron demorar un gran número de desalojos. Sin embargo, tras un aplazamiento el sentimiento de alivio si más no aparece momentáneamente, luchando por persistitr, pero el miedo de saber lo efímero que puede ser esta situación, inquieta. El problema no se soluciona, tan sólo se aplaza. Un margen de tiempo en el cual será difícil que los implicados puedan encontrar una solución dado que el mercado laboral no corre paralelo a los deseos de trabajar de las personas. 
¿No se veía venir la eclosión de la burbuja inmobiliaria? Se construyó y se construyó porque el ladrillo equivalía a dinero a corto plazo, no era una inversión de capital en pro del progreso y el desarrollo de algo, era la materialización de una economía basada en resultados rápidos sin medirse las consecuencias. 
Las hipotecas parecían que las regalaban aunque era sólo un espejismo dado que en este país la propiedad no zanja el préstamo, si fuera así, muchos de los que se vieron desbordados por las inclemencias postreras no estarían en el presente en su estado. Algunos propusieron esta medida que se aplica fuera de nuestras fronteras. Aquí fue una idea peregrina que no tuvo la acogida que el pueblo esperaba. 
Así, tenemos casas sin gente y gente sin casa. Una vivienda no es un elemento superfluo en la existencia de un ser, es un elemento vital  amparado por la constitución pero que dista de la realidad. Es difícil no contar con esa vivienda, pero es más dramático haberla tenido, que te la hayan quitado y quedarte con una deuda impagable. 

0 comentarios:

Twitter