Sobre las 17.00 de este pasado sábado, una niña de 4 años ha sido estrangulada, presuntamente, por su madre.
El trágico suceso ha tenido lugar en la calle Onze de Setembre. La madre, de unos 50 años de edad y de origen paquistaní, tenía cuatro hijos y la niña fallecida era la menor de ellos. Algunos de los hermanos de la víctima, estaban en la casa cuando la menor perdía la vida y ha sido uno de ellos quien ha llamado a emergencias para pedir ayuda.
El padre de la pequeña, Mossos y emergencias médicas se han personado de inmediato en el domicilio pero, pese a intentar reanimarla, no ha sido posible salvarle la vida.
La familia, que tiene un negocio de productos alimentarios, cerca de la vivienda, llevan más de 10 años en el municipio.
¿Se podía haber evitado?: los vecinos advertían que la presunta asesina parecía tener problemas psicológicos y que en varias ocasiones se había avisado a los Mossos por gritos y discusiones en el domicilio. Los servicios sociales eran conocedores del caso pero llevaban tiempo sin recibir ningún aviso sobre ella y no creían que fuera una amenaza.
Este mediodía unas 200 personas han asistido a la concentración silenciosa que se ha realizado en el Ayuntamiento como muestra de solidaridad y dolor con la familia de la niña y donde la alcaldesa ha leído un manifiesto donde se rechazaba cualquier tipo de violencia.
Se han decretado dos días de luto en los que se suspenden los actos públicos organizados por el Ayuntamiento y la no asistencia de los cargos públicos a otros actos convocados por entidades y asociaciones. Las banderas ondean a media asta en el Ayuntamiento y en todos los edificios oficiales.
Antes de la concentración, el Pleno municipal ha celebrado una sesión extraordinaria este mediodía para establecer los días de luto y la suspensión de los actos durante este período de tiempo. ¿Pleno? ¿No se podía haber hecho por decreto?
La violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, merece la condena de cualquier ciudadano. Luchar contra ella, es un deber de todos.
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