PROTESTA ANTE LA TOMA DE POSESIÓN DEL AYUNTAMIENTO

Sábado bien entrada la mañana: los ecos de las campanadas que marcaban las once se escuchaban en la lejanía. Veinte días después de las elecciones, faltaba una hora para que se constituyera el nuevo ayuntamiento. El lugar para el acto era Can Masallera. Un grupo de indignados se reunían con antelación para comenzar a mostrar su repulsa contra la situación actual y la postura de los políticos. 

Mientras, los 25 concejales que ha elegido el pueblo ratificaban el acta de su cargo. Jaume Bosch i Pugès se erigía de nuevo como alcalde con la ayuda de ICV.EUAi y quedaba, así, conformado un pacto de izquierdas. 

El sonido, no obstante, de otras voces resonaban fuera de la sala. La conciencia de escucharlos latía por fuerza, ya que el ruido sobrepasaba todas las paredes. Dentro los elegidos, fuera otra parte del pueblo que no está de acuerdo en la forma o las formas de hacer las cosas. No son un grupo sin ideas. Al contrario, tienen ideas que son la convergencia de pensamientos nacidos tras muchas asambleas con ciudadanos del municipio. Sin embargo, a nivel local y sobrepasando esta frontera, cabría plantearse el camino que debieran tomar este compendio de iniciativas que surgen del deseo de modificar una realidad que no les gusta. Si algo no te gusta lucha por cambiarlo, diría un buen filósofo que tendiese a la acción. ¿Es esta la manera? ¿No habría que inmiscuirse dentro del marco que otorga potestad para realizar dichas modificaciones en el sistema? ¿Las malas maneras de protestar no restan credibilidad al grupo?

Si bien es cierto que una de las protestas más fervientes de hoy ha sido los altos sueldos de los políticos, el sufrimiento de la crisis por parte del pueblo y, como derivación de éste, el tema de las hipotecas o el paro, entre otros,  en algún recóndito lugar existen, también, los defensores del pueblo, políticos o no, que trabajan sin percibir ningún tipo de compensación monetaria pero sí la satisfacción de estar contribuyendo a hacer progresar la sociedad, su sociedad, su ciudad, su ser. 

TAMARA GONZÁLEZ C.