Mañana de domingo. El sol en lo alto del horizonte nos invita a salir. A las 10:00 h una interesante y esperada cita nos aguarda: la primera visita guiada a la Torre de Benviure. Maria Llodó Barreda y Xavier Sánchez la dirigieron.
Sentados, atentos, en la gradería y en su interior escuchamos su historia y las modificaciones sufridas a lo largo del tiempo.
Con las excavaciones realizadas en 1996, se comprobó cómo hubo en Benviure un asentamiento ibérico del siglo V a.C. y que en época medieval, arrasado éste, se construyó la torre actual. La torre de Benviure nació como una torre de defensa en un momento en el cual se estaba reconquistando la península ibérica. Es una época en la que proliferan la construcciones de torres con función defensiva ya que se está controlando la frontera entre el mundo árabe y el mundo cristiano. El Llobregat es un río límitrofe que ha de aguantar la presión de un bando y de otro.
Inicialmente, se pensó que la torre, de planta circular, era del siglo XI pero con las últimas investigaciones se ha atrasado a finales del siglo X la datación. La torre se edificó con una muralla protectora, había alguna construcción interior pero, básicamente, su función era la de defensa del territorio: existían varias masías a su alrededor de gente que trabajaba en el campo, gente que, desde la torre del señor, defendía el territorio, además de ser, se piensa, el almacén agrícola: la producción se guardaba en ella y en caso de necesidad los habitantes se recogían tras la muralla. Tenían comida y agua dado que se descubrió un pozo asociado a la torre que estaba en el lado de la riera. Estaba rodeada de chumberas que podían haber servido también como contención defensiva.
Se puede contemplar, además, un pozo ibérico de fundición metalúrgica, de los pocos que se han conservado.
La propuesta de reconstrucción fue aprobada por el Tribunal de la Generalitat, sin embargo, probablemente, la torre tuviese un piso más. Desde su cima se podría vislumbrar una gran parcela de territorio.
De su actividad durante los siglos X, XI y XII no hay demasiada información pero en el siglo XIV ya hay datos que la relacionan con la familia Papiol, una familia importante de Barcelona que cobraba los impuestos de la gente que trabajaba en las inmediaciones, era la sede principal de este poder feudal, pues. En la localización de nuestro municipio existieron unos siete señores y/o señoras jurisdiccionales.
Los Papiol continúan en la propiedad hasta el siglo XVIII emparentándose con los Gualbes y otros personajes feudales. En este siglo, Benviure cambia de propietarios a los Bori. Junto con el cambio de dueños, se cambia el lugar habitado: la torre se abandona como hábitat y se construye en el antiguo restaurante Can Xixol la casa de la jurisdicción. Se asocia, también a la torre una ermita, la ermita de Sant Miquel.
Personajes como Joan I, "el Caçador", estuvieron de estancia en Benviure mientras su mujer se recuperaba de unas fiebres en el hospital de Santa Coloma.
Con la Guerra de Sucesión en el siglo XVIII queda afectada la ermita y suponen que la torre también.
La función de defensa militar inicial quedó diluida en otras funciones. Después, fue alquilada como ermita, como masía, y en los años 50 y 60 los rebaños de cabras se acercan a ella, es decir, se fue deteriorando hasta quedar tan sólo la torre. En 1991, el Ayuntamiento de Sant Boi adquirió su propiedad.
Tras la visita a la torre, nos acercamos a contemplar el Camí Ral, hicimos una parada en la Font de Gualbes , todo ello acompañado de interesantes explicaciones y asociaciones del paraje con el conocimiento de nuestra historia y referencias al camino de Sant Jaume que pasaba por nuestra ciudad.
Se volverán a realizar visitas guiadas a este monumento que es de visita obligada para conocer mejor nuestro pasado y nuestro presente.
TAMARA GONZÁLEZ CUEVAS
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