ACORDARSE DE LOS QUE NO SE PUEDEN ACORDAR


21 de septiembre. Día Mundial de la Paz. Pero es también el Día Mundial del Alzheimer, de esa enfermedad silenciosa que va borrando lo que hemos sido y lo que somos. Este mal afecta a más de un millón de personas en España -sobre todo a mayores de 60 años- lo que nos sitúa en una de las tasas más altas de personas que padecen dicha dolencia.



Fue en 1906 cuando Alois Alzheimer se percató de los cambios en los tejidos del cerebro de una mujer cuyo fallecimiento no había tenido causa explicable. Las características de la enfermedad que portaría su nombre eran la pérdida de memoria, problemas de lenguaje y un comportamiento impredecible. Más de cien años después se continúa luchando para intentar paliar sus efectos y se lucha por hallar una cura que la lleve a convertirse en un mal pasado. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eligió esta fecha para concienciar a la sociedad y, junto a la Federación Internacional de Alzheimer, proporcionan información sobre esta dolencia e intentan que mediante el conocimiento todos podamos dar apoyo a los que la sufren directamente o indirectamente.


En el marco de estas reflexiones sobre este trastorno, en Sant Boi se realizó ayer una mesa redonda en el Casal del Barri Cooperativa-Moli Nou sobre los olvidos cotidianos y el viernes 23 de septiembre habrá una mesa petitoria durante todo el día en Plaza Cataluña para asesorar y orientar a aquellas personas que deseen despejar dudas sobre el Alzheimer. 

No nos olvidemos de los que olvidan. El saber no sólo conlleva el tener presente que existe el alzheimer sino también el poder, por ejemplo, estar al lado de pacientes y de sus familias. 



TAMARA GONZÁLEZ C.


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