Repartiendo magia: los Reyes de Oriente nos visitan

Llegan portando ilusiones. Son sólo tres pero siembran de magia una noche. Su recibimiento se adelanta a la tarde del 5 de enero por la tarde. Vienen de lejos: de Oriente.

Como cada año, son los más esperados y ese deseo de que nos volviesen a visitar se demostrará con los honores que serán recibidos en la cabalgata el próximo sábado.

Los más pequeños pueden salir a la calle a darles la bienvenida y a asegurarse de que cogen la llave de la ciudad que abrirá su puerta y la de sus vecinos para dejarles los presentes.

Los Reyes de Oriente comenzarán su recorrido por la ciudad en el Parc de la Muntanyeta y lo acabarán en la Plaça del Ajuntament. Desde las 17.30 h hasta las 21 h, cuando se espera que lleguen a su destino, recorrerán las calles de la ciudad con sus carrozas y sus acompañantes. Repartirán sonrisas y caramelos.

La cabalgata pasará, en este orden por: Baldiri Aleu, Ronda Sant Ramon, Onze de Setembre, la Plaça de Catalunya, Francecs Macià, Lluís Pasqual Roca, Montmany, Eusebi Güell, la ronda Sant Ramon, Frederic Mompou, Rubió i Ors, Girona, Pablo Picasso, la Plaça del Pallars Sobirà, Carles Martí, Rambla Rafael Casanova y la Plaça de l’Ajuntament.

Este año, la cabalgata vuelve la vista 100 años atrás con motivo del centenario de la llegada del ferrocarril al municipio que tuvo lugar el 29 de diciembre de 1912. Así, las nueve carrozas de las entidades ciudadanas que participan presentan escenografías que remiten a juguetes con los que los niños disfrutaban antaño: el caballo de madera, el oso de peluche, la casa de muñecas, etc. Estos motivos estarán acompañados por el vestuario de los que estarán en ellas. Los Reyes de Oriente llegarán en ferrocarril: serán los pasajeros de un pequeño tren que parará en el Parque de la Muntanyeta. Allí, se apearán y serán recibidos por la Dama de Blanco y su séquito. 

Algunos seguirán su trayecto, otros preferirán esperarlos en un punto fijo de la ciudad. Estos últimos saben que coger un buen sitio es importante para que las criaturas puedan ver el desfile con todo lujo de detalles. 

El frío no importa. Se preparan antes de salir con su bufanda, su gorro y sus guantes. Ansiados, miran fijamente al lugar por el que han de aparecer. Cuando los visualizan, sus ojos difícilmente se apartan de ellos. Están maravillados. ¡Han esperado este día tanto! Saben que esa noche recibirán algún regalo con el que pasarán grandes instantes.

Cabe tener presentes también, a todos aquellos padres que, debido a la dura situación económica en la que nos encontramos inmersos, han tenido que verter su magia propia para conseguir que sus hijos pudieran encontrar algún regalo el día de Reyes y a todos aquellos niños que, ajenos a la realidad que viven sus progenitores, no verán cumplidas algunas de sus peticiones. En ese aspecto, hay que reconocer la loable tarea que han emprendido algunas asociaciones para luchar contra una gran lacra social: la desigualdad.

El 5 de enero es un final de día que ellos esperan. Todos podemos contribuir a que estas fechas y las posteriores sean más mágica. Si un niño no es feliz, si no somos capaces de mantener intacta su inocencia en sus primeros años, en algo estamos fallando. 
La ilusión ha de mantenerse viva siempre. Siempre.

¡Felices Reyes!

0 comentarios:

Twitter