Invertir bien o invertir mejor


Aprovechamiento de recursos. No gastar lo que no se tiene. Austeridad en lo superfluo pero sin escasear en lo imprescindible que suelen ser servicios a los más desfavorecidos.  Son frases que se adecuan a la época en la que nos dicen que andamos inmersos. Todas éstas podrían aplicarse a nuestra ciudad.
 
Así, la semana  pasada el Pleno aprobó inversiones que ascienden a 4,1 millones de euros sin tener que pedir crédito para poder cumplirlas. Esta cifra completa el Presupuesto Municipal 2012 que se aprobó, provisionalmente, sin determinar la cifra de las inversiones ya que para concretarla se esperó hasta tener los datos de ingresos y superávit que no se conocían.

Estas cuentas permiten destinar 4,5 millones de euros a atención social y 3,5 millones a promover la ocupación y la recuperación económica y cumplir, así, las políticas del Plan de Ciudad 2012-2015.

En cuanto a mejoras en infraestructuras, se marcará como objetivo mejora el espacio urbano, por ejemplo, mediante la adaptación de la iluminación del municipio en aras de reducir el consumo, repavimentar calles o mejorar aceras. Además, se espera acondicionar para uso deportivo el solar contiguo al casal La Gralla y restablecer el muro exterior de la Escuela Benviure.

Sin embargo, pese a estas mejoras no se recurrirá a un crédito para abordarlas. Así, el Ayuntamiento de la ciudad parece gozar de una buena salud y este año el presupuesto es un 7% inferior al del 2011 siguiendo la tendencia de años atrás. Este año se espera reducir la deuda alrededor de un 10%.

Más allá de estos buenos resultados, y pese a ir en la buena dirección, habría que seguir apostando por invertir en las personas porque no hay mayor progreso que el que nos brinda la propia evolución de nuestros ciudadanos. Al menos yo no puedo dejar de pensar en los ciudadanos que buscan un sustento vagando por las calles. Sigue siendo frecuente encontrar en esos devenires de las calles, seres que duermen en algún cajero, en algún banco, que hurgan entre los contenedores y deseando que sus manos se topen alguna vez con la esperanza de tener un devenir mejor. Si no progresamos en esa senda, todos los demás logros serán minimizados y empañados por aquello que nos falta hacer y que sobrepasa en importancia al resto. Sant Boi somos todos.

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