TIENDAS ENTRE LOS ÁRBOLES

El domingo pasado, la rambla se convirtió en un paseo donde se combinaban los árboles con una muestra de comercio. Entre dulces, ultramarinos, animalitos, ropa se podía pasear entre obras de arte en forma de cuadros, artesanías o adentrarse en un libro de los que te brindaban.
Agradable era disfrutar a pie de calle de establecimientos del municipio que acostumbras a ver en muy distinta ubicación. Inmersa en el centro del pueblo se erigía una alternativa a los centros comerciales abiertos ese día con motivo del inicio de la campaña de rebajas.
En un mundo donde la globalización va ganando terreno a un ritmo inusitado, acciones que potencien al pequeño comerciante siempre son gratas por potenciar el trato personalizado, cercano, especializado que suelen proporcionar éstos.

TAMARA GONZÁLEZ C.