En Cataluña, como cada año, la mayoría de solicitudes de preinscripción serán para el primer curso de Educación Infantil (P3) y el primer curso de la ESO
Este año se mantienen los mismos criterios de admisión de alumnos que en el curso anterior. Así, se tendrá en consideración si se tienen hermanos escolarizados en el centro, la proximidad del domicilio familiar o, si fuera necesario, la proximidad del lugar de trabajo de los padres, además de la renta anual de la unidad familiar y, en el caso de Bachillerato, el expediente académico.
Muchos comenzarán una nueva etapa: llegarán por primera vez a la escuela o cambiarán de ciclo estudiantil pasando a Primaria o a Secundaria. Pero, por encima el nivel al que vayan a sumergirse este curso, experimentarán sensaciones semejantes: los nervios, la conciencia de enfrentarse a desafíos inéditos, el deseo de superarse e intentar dar lo mejor de sí, las ganas de afianzar las amistades o de que nazcan nuevos.
Con cada curso superado, los estudiantes no sólo están avanzando escalones físicos que les llevan a las aulas, sino que en esa ascendencia, peldaño a peldaño, se irán forjando como seres, en conocimiento y en personalidad. Cada nueva matricula es sinónimo de crecimiento, crecimiento externo pero, sobre todo, interno. Como advertía John Ruskin "educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía".
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